El Centro Experimental de Fotografía de Entre Ríos (CEFER) funciona en el segundo piso de la Casa de la Cultura ubicada en la esquina de las calles 9 de Julio y Enrique Carbó de Paraná. El mismo es coordinado por un equipo conformado por los artistas visuales Sergio Otero e Ivo Betti.
“Es un espacio que trabaja bajo la órbita de la Secretaría de Cultura de la provincia. Y empezamos a implementar, también en articulación con el Ministerio de Cultura de la Nación, un laboratorio artístico que pudiera trabajar desde la experimentación con el entorno natural, que es el hábitat en el cual estamos inmersos y habitamos cotidianamente”, comenta Otero. Es así que surge la propuesta del laboratorio artístico denominado hilo de agua marrón cobrizo. Se presentó como un espacio destinado a experimentar, documentar y dialogar sobre la práctica personal, a la vez que ampliar las posibilidades creativas que posibilita interactuar con el hábitat natural. Para esto, se diagramó una instancia presencial en La Porota, espacio rural agroecológico ubicado en La Picada, a 20 kilómetros de la capital entrerriana.
La propuesta consiste en “un trabajo experimental sobre las prácticas artísticas de las distintas personas que asisten a este laboratorio, un poco con intenciones de estimular esa práctica personal y poder explorar otros universos posibles dentro del registro y la documentación del entorno natural. Y, a su vez, también poder ofrecer y mostrar algunas técnicas que tienen que ver con el trabajo con pigmentos de elementos naturales, con la exposición al sol, de distintos procesos alternativos de la fotografía, para brindar una serie de herramientas que, al momento de producir, puedan tener al alcance artistas locales y, bueno, de alrededor de la ciudad de Paraná”, explica Sergio Otero quien además de artista visual se desempeña como gestor cultural.
Sobre los encuentros
Este laboratorio comprende un total de cinco jornadas, dos presenciales y tres jornadas virtuales. La primera jornada virtual “la dictó Laura Basílico, que es una de las que coordina uno de los talleres que integran este laboratorio, y tuvo que ver básicamente con tratar de dar a conocer algunos elementos que podríamos llegar a encontrarnos en el entorno natural que íbamos a recorrer, que tenían que ver con esta área natural protegida que se encuentra en La Picada que se llama la granja La Porota”.
La Porota es una granja de producción agroecológica, entre otras cosas, que también está ubicada a la vera del arroyo Las Conchas, un arroyo muy conocido de la cercanía de la ciudad de Paraná. “La idea era tratar de tener registros sobre algunos materiales naturales que podían llegar a servirnos al momento de trabajar con pigmentos, con procesos alternativos fotográficos que integraran esos elementos naturales. Después sí vino la primera jornada presencial, que se llevó adelante en la granja La Porota, que la dictó Sofía López Mañán, ella es una fotógrafa y artista visual”, explica Otero.
“La intención de ir a esa granja y de recorrer ese entorno era poder, estimular algunos procesos artísticos y creativos de las personas que asistieron, tratar de poder tener un registro consciente y una documentación consciente del espacio que estábamos habitando, y poder proponer narrativas posibles y maneras de contar ese espacio en el soporte que cada uno elegía, digamos, y en el lenguaje que cada uno elegía. Posteriormente, realizamos otra jornada presencial también que integra estos procesos fotográficos alternativos con elementos de la naturaleza, para un poco dar a conocer algunas técnicas que podrían tener alcance los artistas para tomar como referencia o para producir”
La Porota, una granja agroecológica
Ante la pregunta de por qué eligieron La Porota para este laboratorio fotográfico, Sergio Otero explica: “Porque nos parece un espacio que de alguna manera reune varias condiciones de las que estábamos con intenciones de abarcar. Primero un espacio natural sumamente hermoso y cuidado y preservado, también en el recorrido guiado que nos da Tincho, que es quien está al frente de la granja, y un poco nos cuenta la historia del espacio, nos cuenta cómo se preserva día a día esta reciente área natural protegida de la provincia. A su vez nos muestran algunas alternativas sustentables de producción de alimentos, del trabajo cooperativo. Entonces era como el lugar que nos mostraba varias alternativas del trabajo con la tierra, de la cultura de la tierra y de la preservación de las áreas naturales que tenemos en nuestro entorno, en nuestro hábitat común y sobre todo en este territorio entrerriano que está prácticamente a unos kilómetros de la ciudad de Paraná”.
Finalmente comenta “Entonces creíamos importante asistir ahí a la granja La Porota como referencia, como también un lugar que hace escuela dentro de la alimentación saludable y sustentable. Y bueno, la verdad que así fue y nos fue sumamente lindo la visita y poder trabajar ahí a la vera del Arroyo, registrando, documentando y pudiendo dar cuenta de la diversidad, tanto en la flora y fauna de nuestro ecosistema”.
Las fotografías son del CEFER